viernes, 11 de febrero de 2011

Escribo por ti

Sí. Escribo por ti.  Es mi manera de obedecerte aunque ya sea demasiado tarde. Pensé que eras la culpable de mi horrible segundo nombre, pero me he enterado hace poco de la historia. Aunque ya no estés, te estoy haciendo caso: escribo y  como fruta todos los días. Que sepas que he vuelto a hablar con mi hermano: fue  por  ti y sólo por ti por lo que lo hice y ahora hasta me llevo bien con él. Ojalá  pudieras vernos… De todos modos tú tranquila, en el fondo sé que lo sabes y que ahora sonríes conmigo. Nadie  puede imaginar cuánto echo de menos lanzarme sobre ti y mancharte el camisón de lágrimas. Eso sólo lo sabes tú.  A veces te hago llamadas perdidas desde mi móvil esperando que me llames. Echo de menos tu voz y  tus palmadas en mis pies…  Ahora no tengo coche y  veo casi todos los días tu ventana con vistas al mar,  ya sabes… la guagua… Ya no lloro y sé que estás orgullosa. Visito bastante  a  Nano (es una excusa para encontrarme contigo) y cuando lo hago, paso por delante de tu casa; si vieras el edificio…está tan cambiado. Siempre me paro  frente a la puerta y cierro los ojos. Imagino que voy a visitarte y que abro el armario de la cocina y que está lleno de golosinas. Las que más me gustan, las que me comprabas.  Miro hacia arriba y  te imagino asomada diciéndome adiós. Cuando salía de tu casa y  llegaba a la esquina  de la calle, miraba atrás y siempre siempre siempre a lo lejos, seguías ahí, moviendo tus brazos para despedirte con medio cuerpo fuera de la ventana. Por cierto, no he vuelto a ir al árbol, pero cada semana pienso en él, y  en ti. ¿Te acuerdas cuando mi madre me quitó el gato?, pensaste que iba a enfermar de la tristeza y no te despegaste de mí ni un solo segundo. Te recuerdo sentada en una silla al lado de mi cama obligándome a comer y dándome vasos de agua helada para cortar mi asfixia. Últimamente me está costando mucho levantarme de la cama, pero me tomo uno de esos vasos de agua casi congelada y entro en razón. Ojalá estuvieras ahora al lado de mi cama…

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