miércoles, 23 de febrero de 2011

Malas influencias

(SMS recibido que no voy a contestar): “¿Me tomas el pelo? Tengo un pedo terrible que podría aprovechar contigo…pero aquí estoy esperando… ¿Va a pasar algo? ¿Por qué te haces la loca?”

X es la mujer más impresionante que he conocido en mucho tiempo: “She’s got the look!”(Como dice la canción de Roxette).  Se da un aire con Edie Sedgwich (si aún viviera, de seguro hubiera sido la musa  preferida de Andy Warhol). Aunque es delgada, pequeña y de aspecto vulnerable, por  dentro tiene el ímpetu de pegar a quien se lo merece. Posee la fuerza de un hombre robusto y  la fragilidad  y dulzura de una hermosa y delicada mujer. Es aficionada a caminar sobre la cuerda floja y rozar el precipicio y en ese sentido se parece mucho a mí. Me vuelve loca. Es la mezcla perfecta de destrucción y construcción. Tiene esa actitud de dominación y superioridad que tanto me gusta y cuando estamos entre sábanas, acostumbramos a representar una especie de lucha: a veces se rinde ella,  a veces me rindo yo. Siempre me abandono completamente porque en nuestro enredo no existen los protocolos. Puedo  ser bestia o sumisa. Odio las rutinas, y con ella siempre es diferente… (Por eso me encanta). Jugamos a intercambiarnos los roles y los intercalamos una y otra vez (gatita delicada- toro picassiano, toro picassiano-gatita delicada).  Cada vez que la noto cerca empieza a formarse una tormenta en mi interior. X es casi corrosiva (igual que yo).

Creo que no me haces bien y por eso no te voy a dejar entrar en mi casa nunca más
(...aunque me quede sin tus orgasmos...
aunque te enfades y no me enseñes a montar en mi bici súper-star)

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