martes, 1 de marzo de 2011

¿Placer vs Sufrimiento?


-La primera posibilidad, la más evidente y sencilla cuando reflexiono sobre la relación entre  placer y  sufrimiento es que no existe interconexión, vamos, que lo que existe, si es que existe algo, es una contrariedad absoluta entre ambos conceptos:
          Placer:   cuando tienes un orgasmo, de esos que te hacen convulsionar, el cuerpo se estremece. Sientes como la electricidad  te hace cosquillas y te recorre desde los dedos de los pies a la cabeza; es como un cortocircuito: el  ardor, que cada vez se hace más intenso, circula a toda velocidad  y en todas las direcciones; cada vez más rápido, cada vez más fuerte, hasta que finalmente explota, te derrumbas  y tu cuerpo deja de funcionar unos segundos. Tu mente deja de existir… sólo los restos de la electricidad, lo que queda de ti y una paz absoluta.
        En el extremo contrario se encuentra el sufrimiento (en teoría). El sufrimiento es el dolor más profundo que se puede llegar a sentir. Puede ser físico,  emocional  o ambas cosas a la vez.

-Otra opción a tener en cuenta (más retorcida y realista) es que algunas veces el placer y el sufrimiento no están tan separados como digo y  ese abismo teórico entre ellos, en la práctica se convierte en una estrecha línea que casi los une. Todo  depende del caso; aunque sea una  contradicción hay orgasmos que llegan a doler(a mí me ha pasado) y hay sufrimientos que llegan a gustar a enganchar o lo que sea (también me ha pasado). Aunque me resulta algo  complejo y difícil de describir, creo que la clave de la relación  placer-sufrimiento se encuentra en las intensidades de uno y de otro.  Como alguien dijo: “todo lo sólido se desvanece en el aire”. ¿Y cómo se va a desvanecer lo tangible en la inmaterialidad?: Mmmmmmmm.... ocurre en ocasiones...


  ¿Entonces es posible sentir placer + sufrimiento?: Pues sí: en ocasiones incluso puede existir una absoluta  interconexión entre  placer y  sufrimiento ( no hablo de masoquismo) y ambos conceptos pasan de estar en lados opuestos a fusionarse. En  momentos demasiado duros como para explicarlos, y  a pesar de la intensidad del dolor, se pueden experimentar placeres instantáneos. Cuando uno llega a estados límite aprende; vaya si se aprende… Te das cuenta de que existe un minúsculo  hilo transparente que separa la vida de la muerte: muy pequeño, pequeñísimo (y esto me lo sé muy pero que muy bien....) Cuando tomas conciencia y asimilas que has superado una situación verdaderamente extrema, dejan de preocuparte cosas que antes te enloquecían. Subes un pequeño peldaño en la comprensión del sentido de la vida y a partir de ahí, te acostumbras a rebuscar  lo bueno dentro de lo malo por escondido que esté. (...Dogma a tener en cuenta).




(….Echo de menos tu sabiduría  en la silla junto a  mi cama…ahora tengo que darle más vueltas al coco para resolver las incógnitas y superar el miedo)


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